Espiar la vida ajena por la ventanilla y perder la noción de tu historia.Las arterias urbanas a la hora de tender las prisas del día son un buen consuelo si te has ido dejando arritmias a los pies de la cama.Los bordillos,las hojas secas...son amigos de esos que saben escuchar aunque parezca que no digas nada.E intenta levantar la mirada,la tarde ha ido asfaltándose como tú y pesa;como pesan los semáforos y los pasos de cebra.De camino a donde siempre,siempre necesitas la misma canción;la de los lunes por la tarde o la de los viernes dormidos.Es acostumbrar al acostumbrarse a que todo va bien si todo va,a secas.
Que si se descose un pedazo de tí,no importa,las vías del tranvía no hacen daño hasta las doce de la noche.Y que si la noche es larga,menos duele,la costumbre.
viernes, 5 de septiembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario