Llevo la caducidad del tiempo atada a las zapatillas,a cada paso,en cada calle me espera un ayer demasiado vivo.A veces pienso que es de tontos entenderlo,simplemente hace falta no perder el equilibrio cuando hay bordillos.




viernes, 5 de septiembre de 2008

Escapismo nocturno.

Cogí y me llevé las escaleras;no quería qe nadie entrara.No hay sitio para nadie más cuando se quiere escapar por los tejados,dejando tirada a la madrugada que se empeña en amodorrarse a la noche.Desde allá arriba,quería quedarme las azoteas para mi,guardadas;como se guardan las palabras que no quieres que nadie escuche.Me cagué en los pararrayos y las cuerdas de tender.Necesitaba más que nada en aquél sitio,encontrar el interruptor de la luna más grande y sincera que hubiera por aquella noche y dejarla sentada a mi lado,lo más cerca posible;que los abrazos no sirven de nada cuando las calles se callan.

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