Llevo la caducidad del tiempo atada a las zapatillas,a cada paso,en cada calle me espera un ayer demasiado vivo.A veces pienso que es de tontos entenderlo,simplemente hace falta no perder el equilibrio cuando hay bordillos.




viernes, 5 de septiembre de 2008

Vuelta a casa.

Las nueve menos cuarto pasadas.Las bolsas de la compra se clavan en las manos,entre los dedos;casi igual que el aire pesado y asfaltado.El puente de San Josep hace resbalar las palabras como si fueran manecillas de un reloj a punto de quedarse sin cuerda.Intantes.Son tan frágiles que duelen,pero de una manera indiferente;la costumbre.La ciudad,está encapotada;como el cielo,que nos recuerda que el otoño empieza a jugar con los estados de ánimo.A las nueve y poco en Reus,anochece como si alguien se hubiese pasado con el aguarrás;gris y rosado,los bancos parece que esperen a que la misma Luna salga del metro,que bajo el suelo todo es más sencillo.

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